ORACIONES

ORACIONES Y MEDITACIONES 

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13 de abril de 2016

La adoración perpetua

       "Oh Jesús de la santa Eucaristía,
      ¡qué entusiasmada vengo cada tarde
      mi Esposo, mi divino Amor, mi Vida,
      para escucharte, hablarte, contemplarte...! 

      Qué dulce el corazón a corazón,
      qué suaves y apacibles son mis lágrimas...
      esa entrevista con el Salvador...
      yo no puedo expresar lo que me encantan.

      Oh, mi gran Rey y mi supremo Amor,
      dulce Jesús cautivo y solitario,
      siempre que estoy, Señor, cerca de ti
      ya no me creo estar sobre la tierra.

      En cuanto escucho el eco de tu voz,
      oh mi divino Esposo, buen Maestro,
      un gran silencio invade mi interior
      y solamente a Ti te oigo y contemplo.

      Oh, qué momentos de éxtasis sublimes
      y de uniones tan dulces y tan íntimas,
      en su intervalo late el corazón
      al contacto y al ritmo del Señor.
  
      ¡Y no poder estar por largas horas
      en esta permanencia ante Jesús,
      y no poder vivir ya para siempre
      al lado de Jesús, mi único Amor...!

      Ya no me apego a nada de la tierra,
      sólo Jesús me puede contentar.
      Pues, fuera de Él, yo no me arrimo a nada:
      Él es mi Bien y mi único Tesoro.

      Junto a Él solo yo soy muy feliz,
      Él es mi Vida, mi adorado Amor,
      ¡sólo por Él esoty tan deseosa
      de sufrir, y sufrir sin condición!

      Sufrir y consolar su Corazón
      ¡saturado de tantos sufrimientos!
      ¡Sufrir, para probarle que le amo!
      ¡Oh, mi dulce Jesús, mi único Amor!

      ¡Mi Jesús de la santa Eucaristía!
      ¡Jesús, apoyo y Vida de mi vida!
      Jesús que te dignaste así escogerme
      ¡para amarte, sufrir y complacerte...!"                   

Sor Isabel de la Triniad

Poesía 67

10 - 12 de febrero de 1899